DIFUSION AL EXTERIOR
Cándida
Viste Virtud que con esto
que
ahora estoy jubilada
no
cumplo horario ni nada
ni
dependo de patrones
ando
por otros rincones
de
mi existir liberado
camino
por cualquier lado
haciendo
lo que me place
y
aunque yo no tenga clase
algunos
gustos me he dado.
Por
ejemplo ayer nomás
me
fui a la carnicería
porque
biché hace unos días
una
cabeza guateada
en
la tele cocinar.
En
You Tube entré a buscar
más
detalles de la asada
al Eleuterio entré a hablar
pa
que se sume a la empresa
y
que me ayude en el plan.
Él
como te imaginás
aceptó de buen talante
aceptó de buen talante
dijo:
-Vamos adelante-
y
predispuesto a ayudar
ahí
se puso a cavar
entre brezales un pozo.
Después
le prendimos fuego
mientras
regamos la huerta
y
trasplantábamos puerros
siempre
con la vista alerta.
Algunas
horas después
estuvo
curado el pozo
se
hizo de alambre un bozal
entre
las astas y el bozo
pa’
poderla manejar.
Bien
adobada y cubierta
de
barro en bolsa’ e papel
dentro
del rescoldo aquel
mientras
yo fotografiaba
el
Eleuterio situaba
la
cabeza de la res.
Toda
la noche pasó
en
brasa y tierra sepulta
mientras
yo de punta a punta
caminaba
ante el mesón
pensando
si en la ocasión
algún
rufián la encontraba
o
algún bicho del lugar
gato,
zorro o zarigüeya
a
la luz de las estrellas
me
la llegaba a escarbar.
Más
nada de eso pasó
cuando
al otro día fuimos
a
remover el rescoldo
bajo
el manto de vapor;
tenía
un aroma intenso
y
una presencia imponente
nos
miraba crudamente
como
queriendo balar.
La
hubimos de terminar
de
cocinar en un horno.
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