domingo, 29 de diciembre de 2013

crisis alfonsín

Eran tiempos de Alfonsín cuando la crisis más dura
sin harina y levadura el mes tocaba su fin.
Cuando una esperada tarde el aguinaldo llegó,
sin hacer ningún alarde lo recibieron las dos.
Bicis prestadas pidieron pa disponerse a cobrar
veinte leguas pedalearon pa’ llegar a la ciudad.
Frente al Banco ellas se apearon y desdoblando el papel
se metieron, olfatearon,mirando a éste y a aquél.
Parecían desconfiadas y sin sacarse el anteojo,
escudriñaban de reojo a la gente amontonada.
Sendos cheques ya firmaron y se acercaron despacio,
ya la caja apuntalaron -había muy poco espacio-
Ya las llamaron por nombre, las hicieron acercar,
se hicieron al lao los hombres pa’ dejarlas arrimar.
Salieron no muy contentas aunque un tanto alivianadas,
las tensiones aflojadas ya pasado aquel momento.
Montaron las bicicletas y empezaron a contar,
¡larga les quedó la geta! ¿pa’ qué les iba a alcanzar?
Para zapatillas, no, seguirían en chancletas,
¡ni pensar en bicicletas! y las apretó el dolor.
Una se compró un pan dulce, la otra un pequeño bolsón,
se les prendieron las luces al frente de un bolichón.
Y desdoblando los vueltos ya se volvieron a apear,
el corazón les dio un vuelco cuando entraron a observar.
¡Mirá aquellas empanadas! ¡Fijate en aquel pastel!
Para mucho no alcanzaba pero ¿qué se le iba a hacer?
Pidieron una cerveza y una picada también,
ya pidieron otra vuelta y una tercera después.
Y casi sin darse cuenta se pusieron a payar,
se olvidaron de las cuentas que tenían que pagar.
Los versos ya se elevaban, ya soltaban las risadas,
la gente se amontonaba oyendo tanta gansada.
Después calzaron el lente y le pagaron al chango,
saludaron a la gente y se fueron sin un mango.
Y ahora suelen recordar entre coplas aquel día,
cuando la crisis ardía más no las hizo llorar.

BALANCE AÑO 2011

Virtud:
Sentada en esta ocasión ante un inerte teclado
me he llamado a reflexión sobre este año que ha pasado
y empiezan a desgranarse en mi memoria recuerdos
y cada cual quiere apearse como en un abrebadero
pero yo tan sólo quiero que los años se detengan
pa'que las canas no vengan, ni celulitis,ni stress
porque no saben lo que es detenerse ante un espejo
y verse cual trapo viejo todita llena'e colgajos,
con cara de renacuajo y esa papada asquerosa
que parece una ventosa colgándote del cogote,
si es p'agarrar un garrote y molerse la cabeza
pues te da tanta tristeza metamorfosis tan cruel
donde antes había piel ahora hay cuero arrugado
bigote mal afeitado, fuerte dolor de talones
rudimento de espolones y una que antes fue una espiga
ahora lleva barriga, bárices en pantorrillas
y dolor en las rodillas. El ciático me condena
a vivir con mucha pena, la dentadura ni hablar
ya ni puedo masticar; el intestino se frena,
pues ya no quiere drenar y entonces ya sin pensar
te colocás una enema y cuantito descuidás
ya se te ha caído un gas. Por eso es que yo no quiero
escuchar las campanadas anunciando la llegada
de un venturoso año nuevo si al fin a mí me da miedo
ver a qué velocidá como el agua entre los dedos
la vida,al final,se va.


Cándida:

Hermana en esta ocasión casi no estamos de acuerdo
te plantearé mis razones y aquí el anzuelo yo muerdo
medio tarde, como ves, le hice al teclado un plantón
pa atender los corazones de mis hijos que han llegao
de diversas direcciones -sabés que los he extrañao-
entonces me he dedicao a darle soga a mi panza
y olvidar esa balanza con todita su maldad
y mientras que haya pitanza y amigos pa compartir
no he de ponerme a sufrir por lo que antes hemos sido.
Yo te voy a aconsejar -como que soy mayorcita-
aceptá esas arruguitas como signo de experiencia
porque no es ninguna ciencia es cuestión de voluntá.
Cuando encares un espejo nunca te pongas anteojos
miralo medio de lejos si es posible de reojo
porque suele ser traidor y muchas veces te miente
y de pronto una se siente tal vez un poco mayor.
Yo te puedo asegurar que estos espejos de ahora
ya no son como los de antes tienen mala calidad
si vos los ves de adelante, son ellos los que se arrugan
para hacerte sentir mal pero yo con mucha altura
los he aprendido a esquivar. Después fijate en las fotos
que ayer nomás has colgao y ahí vos vas a descubrir
que sin estar maquilladas ni producidas, ni nada,
tamos más lindas que ayer porque aunque no quieras ver
y quieras ser muy modesta ¡¡ya no envejecemos más!!
La actitud es la que cuenta.