Cándida:
Ay, Virtú, es nueve de Julio
debiéramos festejar
el día de nuestra Patria,
pero la fatalidá
quiso que estemos de luto
se nos murió un trovador.
Facundo Cabral ha muerto
ese genial decidor
de verdades, con sus coplas
que eran mensajes de amor.
Virtud:
Y la verdá no es pa' menos,
un sabio como Cabral
merecía Fecha Patria
para así nunca olvidar
que a sicarios inmorales
se les ocurrió matar
a este príncipe del mundo
que iba intentando enseñar
cómo se vive la vida,
qué es lo que hay que valorar.
Cándida:
Pero Facundo no ha muerto
y no ha de morir jamás
al menos en la memoria
de quien lo supo escuchar.
Él ya es parte de la historia,
del acerbo popular,
¡Con decir que hasta Los Simpson
entonaron su cantar!
