jueves, 21 de enero de 2010

EL VENTANERO



Virtud
¡Ay Cándida! ¿No supiste
lo que en el pueblo pasó?
Parece que de repente
un fantasma apareció
pero tiene forma de hombre
y se para en las ventanas
donde hay chicas en la cama
con pequeños babydoll.
La otra noche apareció
en la casa de la Hilaria
¡El susto que se pegó!
Si hasta elevó una plegaria,
lo que pasa que ella tiene
muchas niñas buenas mozas
y parece que la cosa
venía por ese lao,
dicen que él había apostao
una noche en la bailanta
meterse por la ventana
para ver si eran tan santas
pero se le complicó
cuando el Tiótimo lo vió
y a la cabeza apuntó
con la escopeta cargada,
la Hilaria se santiguaba
pa’ que no pase lo peor
y las chinitas gritaban
descalzas y en camisón.

Cándida
Si, acá se supo Virtú,
pero una versión distinta
dicen que no es por las chicas
que el ventanero asomó.
Vos viste que llegó al pueblo
no hace mucho por trabajo
un tal Pedro Fortunato
que hace añares que se fue
y han quedao los resquemores
entre la Hilaria y este hombre,
acordate de ese nombre,
vos lo has sabido tratar.
Ellos tuvieron amores
pero por cosa’el destino
por diferentes caminos
se separaron los dos.

Virtud
¡Ay, no me digas, por Dios,
fijate qué mentirosa
si ella misma me contó
haciéndose la llorosa!
Con razón que su marido
de esa forma reaccionó.

Cándida
Bueno, es lo que se comenta,
tampoco es algo seguro,
pero llagaron las mentas
de que él nunca fue feliz
y yo no se si la Hilaria
con su marido lo ha sido
él es hombre medio corto,
de poco hablar, qué se yo;
y hoy en día se dialoga,
ya no es como un siglo atrás.

Virtud
De ese nombre ahora me acuerdo
era un mozo bien parao
casi todas las mujeres
se habían enamorao
pero también se bullaba
que la Hilaria con su madre
le habían dao un jarabe
pa'que a ella sólo mirara;
pero el finao don Crisanto,
el padrastro de la Hilaria,
que parecía tan santo,
la celaba -pobrecita-
y puso un poco de guita
y del pueblo lo hizo ir.

Cándida
Pero fijate, Virtú,
yo esa parte no sabía
claro, las piezas encajan,
se ve que ellos se querían.
¡Pero también el coraje
de la vieja atolondrada!
Y la hija, ¡disipada!
¡Meterse con los brebajes!
Con razón que Fortunato
de acá desapareció
y no se supo en el pueblo
ni para donde agarró

Virtud
No quisiera saber yo
lo que ahora estarán viviendo.
En mi interior sospeché
que algo estaba sucediendo
porque en el ojo derecho
le divisé un moretón
¡Ay, mirá lo que me hecho!
-Dijo- barriendo el galpón
me tropecé en la manguera
y el rastrillo me pegó
con el cabo en esta orilla,
casi el ojo me sacó.
Ha de ver sido el marido
que enojado la cascó
y en un ojo le calzó
tremenda piña al boleo.

Cándida
Yo nunca me imaginé
que el Tiótimo, mojigato,
sea un hombre de golpear
o de tener arrebatos
pareciera más bien blando
y nunca de armas tomar,
pero fijate Virtú
que no por las apariencias
uno tenga que juzgar,
de eso hay que tomar conciencia.
Yo más tarde voy a ir
al filo’e la nochecita
apenas me desconecte
voy a hacerle una visita.
Sabés que hace algunos días
le dije que le iba a dar
unas plantitas de achira
y se las voy a alcanzar
y así como quien no quiere
la cosa, voy a charlar
total para conversar
siempre hemos sido vecinas
en una d’esas le saco
entre líneas qué pasó.

Virtud
Andá vos y averiguale
como haciéndote la tonta
pero a la vuelta avisame
que voy a poner la pava
yo a la tarde estaré sola
así podemos charlar
y juntas conjeturar
lo que al fin les ha pasao
por que está medio enredao
como ella me lo contó.

Cándida
Y ahora te dejo Virtú,
por que acaba’e conectarse
el mayor de mis muchachos,
dice que nieva en Madrid.
¡Si me parece mentira
con el calorón de aquí!

Virtud
Bueno, Cándida, te pido
que le des muchos cariños
saludale de mi parte
y decile que lo extraño
y ojalá que pal’otro año
pueda viajar para Europa
a comprarme algo de ropa
y de paso visitarlo,
pero he de ir en el varano
a conocer si Dios quiere
pues no me gusta la nieve
y el frío a mí me hace daño.

Cándida
Ahora se los doy hermana
y aquí te paso el correo
pa’ que te conectes vos
si algún día yo no veo.
Y si no vas a salir
a la nochecita estate
que yo te voy a mandar
por teléfono un mensaje
y pasaré por ahí
cuando vuelva de la Hilaria
que la vamos a seguir e
ntre torta frita y mate.